Ramón Figueroa es un artista que no se encasilla en ninguna técnica, ni materia ya que se considera un hacedor de cosas más que un artista llegando a ser un artesano de la materia que toca. Puesto que tiene una experiencia de más de 45 años de trayectoria artística y profesional, en la que empezó haciendo retratos y dibujos a pastel, pasando por muchas otras técnicas, entre ellas, el óleo, el carboncillo incluso adentrándose en el dibujo a bolígrafo o Rotring. Tiene una obra con más de 100 retratos abstractos en formato A4, así como en grandes dimensiones y técnicas curiosas, expuestos en su galería/taller de la cercana Mancha Real muy vistoso y colorido.
Ha realizado miles de proyectos como puede ser: Fallas, monumentos, murales, esculturas de pequeño y gran formato y mil cosas más que serían innumerables a lo largo de toda su trayectoria artística.
Ramón es un virtuoso del pincel desde pequeño, cosa que hereda de sus padres, obteniendo de ellos la plasticidad de las manos de su madre y la visualización y retentiva de su padre. Ramón no se queda ahí ya que trabaja con otros materiales como la forja, la madera ,el modelado en barro y muchas otras técnicas, entre ellas el poliéster, algo novedoso y difícil de trabajar.
Sus larga experiencia como docente y en el mundo de la decoración lo hacen tener un trato jovial con el cliente, llegando al punto de que su primer objetivo es la obra, sin importarle mucho lo económico, más bien que el cliente y él queden contentos con el acabado final de la obra y la técnica elegida.
Desde estas líneas le doy las gracias personalmente, ya que no todo el mundo dice sí, a un proyecto de esta envergadura y más sin conocerte viniendo de presentar en el Museo Provincial su exposición La Mona.
Estos meses de trabajo juntos han sido duros pero muy fructíferos, ya que me llevo un gran amigo y una gran persona con la que he conectado rápidamente en muchas ideas.
Un Abrazo.
Pewete Bravo.