La leyenda de la Mona y El juego de Los Canteros

Cuenta la leyenda que en las noches lluviosas de invierno un pequeño ser que vivía en la parte gótica de la catedral de Jaén a los que la gente antigua llamaban "la Mona",( Ser antropomórfico con forma de mono y humana)se descolgaba de la cornisa gótica donde los canteros lo habían esculpido sentado con las piernas cruzadas, mirando hacia el horizonte, donde el sol nacía cada mañana. 

Al anochecer cuando la luna salía en esas noches húmedas y frías, la criatura renacía y se descolgaba por los muros hasta los pies del manantial de Santa María, donde en en tiempos antiguos los pueblos prehistóricos rendían pleitesía a los dioses Sol y Luna, donde calmaban su sed como él hacía en las noches tenebrosas donde volvía a la vida. Mientras jugaba entre los naranjos de los que se alimentaba de sus amargos frutos y se perfumaba con el olor del azahar, se entretenía en un juego que él mismo había creado en sus horas sedentes en su esquina repujada de hojarascas, granadas y otros elementos.

 El pequeño personaje danzaba escalando dando saltos entre los grandes bloques de piedra gris que habían esculpido los canteros para construir la catedral, buscando las firmas que cada cantero había dejado en cada bloque y por los que el arquitecto de la catedral les pagaba .

El juego de nuestro pequeño personaje consistía en buscar parejas entre los miles de bloques esculpidos por los canteros (cuando la figurilla encontraba dos marcas con el mismo dibujo gritaba a gritos... "IGUALES" )Sumando parejas y gritando entusiasmado: 2-iguales,3-iguales 4-iguales y así se pasaba la noche entretenido mientras que el agua mojaba sus pequeños ropajes árabes durante la noche, hasta que el astro Sol volvía a salir por los cerros de Otiñar y tenía que volver a su esquina donde el sol lo convertía cada amanecer en una gárgola de piedra.

Texto: Pewete Bravo.

Ilustracion: Mone@ndo Jaén,

Foto de La Mona: Verónica Cano.

Fotografías:Verónica Cano.